Las niñas jugando
En Coyolito, Honduras, una mujer me ha ofrecido a su hija
para que me la lleve y le dé “mejor vida”. Eran las 10 de la mañana y me ha
dado un dolor de tripa enorme mientras me seguía convenciendo de que lo hiciera.
Sus argumentos eran todos lógicos pero sentía que mientras más hablaba, yo quería largarme de ahí: el dinero (lempiras) no vale nada, a mi niña no le
puedo dar nada, solo que sufra de este calor y de que ande ayudándome a cuidar
carros que vienen al bar-restorant; esta niña es muy guapa y ya no estudió, no
lo va hacer nunca pero, aprende hacer rápido cosas para la casa y es responsable;
creo que es virgen; se defiende por sí sola, tu le vas a dar mejor vida.
Ante mi pregunta de qué edad
tiene, me dice que 11 años. Manda llamar a la niña y viene corriendo en un
minuto. Veo a una chica grande, ancha de huesos, rubia de asoleada, bonita la
niña y la mamá le refuerza que es mejor que se vaya conmigo. Ella me examina,
me hace plática para que le admire y elogie su esclava (una pulsera de oro o
imitación en su muñeca) y de pasada su cuerpo en una movida muy seductora de cuando coqueteas, platicamos un rato y se retira su madre pero siempre
al pendiente esta. La niña me cuenta en 3 o 4 minutos lo que ha hecho en su
vida: escuela, familia de la capital que la viene a visitar, mala comida de
Coyotito solo pescado, quiénes son su amigas,
sus familiares… yo le pregunto de irse de acá y ella con tono seductor
que responde: quiero conocer más allá de este Coyotito, más allá de Honduras,
llévame.
He quedado paralizado o confundido porque yo no soy nadie
para responsabilizarme o llevarme o simplemente qué mierda hago con una niña;
he entrado en una confusión de que su madre me la daba como esposa, como hija o
como compañía. No entro en pensamientos moralistas, pero sentí que era robarle
la niñez. ¿Yo qué hago con una niña?
De regreso a Jalisco siempre que vengo de “viaje de lejos”
paso a saludar a mis compas al Rancho… que abrupta y grosera diferencia de
estas niñas responsabilidad del “monstruo verde” y la Mireya con la niña que me ofrcieron.
Aquí casi al
término de las fiestas del pueblo, reviviendo lo que yo conocí como juegos
mecánicos del parque Ohiggins en Valparaíso.
Guadalajara, Jalisco, Rodrigo.
Deben ser super civilizadas esas niñas para que tú convivas con ellas o solo le quieres hacer un r egistro de fotos aprovechando su edad de inocencia. Quien canta la canción?
ResponderEliminarjaja, muy lindas las hermanas viviendo la experiencia de vivir en un pueblo fascinante en la montaña de Jalisco! admirable en los tiempos de hoy vivir en un pueblo, al menos en México, que el consumo de la ciudad es bestial de lo que sea. Cantan las ultrasónicas.
ResponderEliminar