Rodrigo en moto

Rodar en moto tiene el sentido de poder materializar un viaje, de vivir eso que planeaste por un tiempo, unos meses. Esas ideas que rondaron en el cómo será, el cómo le voy hacer si me pasa tal cosa. Se expanden los pensamientos, te imaginas situaciones y por otro lado estás acá, en los preparativos simulando problemas, buscando tal herramienta, comprando algo que te servirá, con los ojos puestos en lo que pudieras necesitar y sí, el pudiera sí existe y lo usas al momento que sucede. La diferencia entre imaginar y vivir es abismal. Viajar en moto roza una fragilidad que debes aprender a vivir con ella. ¿Dónde la ves? En el ya valí madres y me caigo, o ya me van asaltar o el ya se acabó la gas o ya no puedo seguir en esta lluvia me voy enfermar. Todo lo negativo es rozar el abandono, todos estos momentos críticos son decir ya! No puedo seguir! Pero uno se encuentra con situaciones tremendas, en el aguacero más grande de la Sierra del Altoverapaz me encuentro a estos amigos que no t

A momentos pienso que soy un enfermo mental y un tipo que busca desarrollar esa esencia de cuando era niño que una de las cosas que más llamaba la atención, era cuando veía a viajeros, a marineros en el puerto de Valparaíso, a gente que conversaba de que habían estado en tal o cual lado y todo eso que solamente escuchaba de las palabras … era eso lo que quería, era estar en el Valle del Cochihuaz, estar en el puerto de Arica, Viajar a Buenos Aires… Esta enfermedad la logré erradicar muchos años de mi mente, pero ha regresado para instalarse y no me quiere dejar tranquilo, hasta que me vea en una moto en Europa, hasta que me vea en una moto en paisajes inaccesibles en Asia… en hacer real el viaje en el tren transiberiano pero justamente no en tren, sino en moto y piloteada por mí y que nada me detenga y yo tomando las decisiones y avanzando con el mínimo de ayuda. ¿de dónde me ha venido este espirítu aventurero? ¿de quién he sacado este espíritu de irme a la mierda de lejos y de ma

Disfrutando de las cosas sencillas de la vida. Ver el ocaso, pocas veces en la vida me había permitido esto, recordé los tangos de radio fundación, la radio de la abuela Carmen en señal am de sus tangos antes de dormirse en su cuarto en calle 13, en el Cerro Monjas en Valparaíso. El mar me da un horizonte limpio, pero nunca pensé que so movimientos tan disímiles, en una dimensión vertical y la otra horizontal… romance no pasó por la mi cabeza ni nada de cerrar ciclos, solo apreciar el espectáculo que tenía frente a mi. Yo creo que a las 21 horas ya estaba dormido A eso de las 5:20 me levate, me dispuse a irme hacia el otro lado, a la otra bahía, a ver el amanecer, y la verdad me alucinaron los tonos rojos  y azules-morados del amanecer. Las aves como locas y como ayer recordé a una abuela, hoy recordé a la otra, a la abuela Inés, que ella si medio caminaba o se movía al escuchar los tangos que le gustaban. Las abuelas, matriarcas que viven en mi recuerdo, el alba de las abue

Este fin de semana me invitaron a acampar a la playa y sí, acampe´y estuvo muy bien todo, no más que los otros dos con los que iba ir se rajaron y terminé saliendo solo, la verdad de lujo todo, fue la mejor opción, ya que traía en mente sacar fotos que nunca me había dado el tiempo de hacerlo: la puesta y la salida del sol, y la ballenas que nadan en bahía de Banderas. El recorrido en moto lo pensé con el Manuel desde GDL-Tecanatita-Punta Mita-GDL una vueltita de 1000 km y la idea era acampar, solamente de acampada y resultó una vueltita de 1250 km, no pagué ni una caseta. Dejo unas fotos del primer día y el amanecer del segundo. Pensé que una persona que se metió a esa brecha iba a prender fuego, pero no, solo se metió dirección a los cerros en un camioneta, esto mientras hacía un expreso en el lecho de un río. Puesta de sol en Tenacatita, Costa Alegre, Jalisco Puesta de sol en Tenacatita, Costa Alegre, Jalisco Al otro día las 5:20 me desperté, y fui a ver por dón