I. Una épica travesía en solitario, de esas que te cambian la percepción…



I. Una épica travesía en solitario, de esas que te cambian la percepción…


Una noche de invierno del 84, estudiaba para un examen de biología de la prepa… ya eran eso de las 22 horas y desde mi habitación escuché un ruido de una moto y unos perros que ladraban ahuyentando ese motor ruidoso, diferente al sonido de la moto que había en casa. Me asomo a ver, paso la mano sobre el vaho del vidrio y era una moto enorme, de color café, pudo ser Kawasaki, la piloteaba un tipo pequeño de unos 40 de edad… con el tiempo comprobé que estaba en lo correcto, era un vecino que le habíamos perdido la pista y regresó de Alemania con esa moto que la trajo desarmada en barco directo al puerto de Valparaíso, ya con el tiempo vi que la moto era café, Kawasaki, 1000 cc, muy ruidosa y para irse a su casa debía tomar una terracería y dejaba una gran estela de polvo.

Esa noche de la estudiada de biología, repasé lo que pude y me di por bien servido para el examen del otro día (rogaba que de tanta lluvia, suspendieran las clases al otro día), agarré mi libreta y me puse a proyectar mi vida en función de una moto, no sé si eran las ganas de migrar, que me gustaba mucho la sensación de la moto o no más que la escuela era muy aburrida. Lo primero que hice fue pensar en una moto que me llevara lejos, me fui por una Honda XR; luego pensé ¿para dónde? Y dije si vivo en Chile, me gustaría atravesar todo el continente hasta llegar a Estados Unidos y ya nunca pensé en el regreso a casa. En ese momento agarré el globo terráqueo que me regalo la tía Nancy y vi que continuaba Estados Unidos más arriba de Canadá, se llamaba Alaska el lugar; tercero, pensé en qué hacer para poder comprarme una moto nueva y costearme un viaje tan largo, con 16 años el idílico era ir trabajando en el campo, hacer mecánica, pues no entendía cómo podía ser la vida de un viajero. El de la moto café era marino mercante, opción que empecé a investigar con la gente del puerto, pero no me convencía que andaban 3 meses en el barco y luego regresaban 2 semanas a casa, ¿cuándo podría andar en moto?

El mero 15 de septiembre del 2014 hice una travesía con mi compa Javiel a la Sierra norte de Oaxaca, travesía en que nos llovió torrencialmente 5 de 8 días. En plena lluvia me vino este recuerdo de qué haría cuando grande en la moto, no sé si fue la lluvia, la sensación muy similar de los gélidos inviernos de Chile, recordé en esa travesía la niñez tan reflexiva que me hacía apuntar muchas cosas en mi libreta, ese recuerdo me salió de la nada misma y llegando a la ciudad de México después de Oaxaca, en un dos por tres, organice mis ideas y decidí dejar el trabajo que ya no me gustaba, decidí tomarme un año sabático, decidí retomar el recuerdo de la niñez y partir a la última frontera: Alaska. Dije si no lo hago ahora no lo haré nunca.

Uno hace muchas idioteces en su vida, la peor que hice en este periodo de septiembre de 2014 a abril de 2015, fue querer dejar todo cerrado, como borrar mi huella de la ciudad de México, entonces desarmé mi casa, hice malas jugadas con la pareja -lo que por suerte en un dos por tres recapacité en el viaje-, vendí y me deshice de lo que me estorbaba. La moto que le tuve fe, fue la Suzuki DR650se que compre en 2013 y me tardé casi 2 años en prepararla y dejarla como la viajera y compañera que idílicamente cuidaría y me jugaría el pellejo en ella.

Tenía un dinero destinado al viaje y debía arreglar una serie de pendientes que tenía, pensaba todo el tiempo “yo de aquí ya me largo”, quería resolver todos los pendientes de trámites que había abandonado por años, por destinar gran parte o más bien todo mi tiempo al trabajo. Me puse a resolver cosas y el último día de marzo, dije: tengo todo abril para hacer la ruta, arreglar los detalles de la moto, y cerrar lo que deba cerrar en la ciudad de México.

Merodeaba preguntas para condicionar respuestas, escenarios, estas eran muy básicas y mis respuestas eufemísticas y algunas binarias: ¿para dónde voy?, ¿cuál es la ruta?, ¿por qué viajas sólo?, ¿por qué viajas en esta moto Suzuki y no una gran viajera BMW?, ¿cómo me costeo el viaje?, ¿qué hago si me llega el agotamiento?, ¿qué hago en caso que me enferme?, ¿qué hago si me asaltan, roban, pierdo pasaportes? y la pregunta más extrema, si me chingan la moto ¿qué hago?

Únicamente medio resolví la primera pregunta porque las otras medio las tenía atendidas pero no resueltas. ¿Por qué viajo sólo? Con varias personas comenté que me iba solo para Alaska, al principio con la gente más cercana, luego comencé ampliando a otros círculos la idea que tenía del viaje y fueron muchas las respuestas que tuve, escuché con atención a quienes me tacharon de pendejo y les respondí en el acto con una grosería de mayor calaña; otros me deseaban lo mejor y que me cuidara mucho, que confiaban en mí y otros muchos me dijeron ¡que chingón rololón! Ya estaba decidido y era lo que quería hacer, viajar solo y en moto con destino: el mar ártico.

Tenía dos grupos de personas, uno es de los buenos amigos que he conocido en México por la moto, estos me decían que disfrutara, que buen rol te vas a dar, envidia de la buena, te cuidas mucho, sacas muchas fotos y nos vas diciendo si necesitas algo; el otro grupo es gente cercana que no tiene ningún vínculo con la moto, estos amigos me comentaban: estas pero bien pinche loco, ¿estás bien?, ¿hiciste testamento?, Rodrigo, hay aviones que te pueden llevar, no puedo creer que hagas una locura así y otras cosas que me hacían recapacitar y otras, sentía que me querían convencer de que estaba en un error que traería consecuencias en mi vida personal y profesional. A mi familia que vive en Chile, no le dije nada hasta que inicié la travesía.

Ahora bien, ¿qué pensaba yo de ir sólo? Era un tremendo reto, gigante, inconmensurable. Siempre vi el viaje yo solo haciendo amigos, visitando gente conocida en USA, yo arreglando la moto, yo pidiendo ayuda, yo ayudando a los compañeros que van en moto, yo solo conociendo el mar Ártico, yo visualice el viaje como el actor principal y la red que traía de gente y contactos mi soporte y cuando no había gente conocida, debía buscarla, acercarme a la gente.

Era el momento culmine de años de experiencia, de viajes acumulados de mil aprendizajes y lecciones aprendidas desde 1997 que salí de Chile, no más que este al igual que todos los otros, sin duda, sería un viaje especial; mis principios para ir solo era que no tenía prisa, que debía cuidarme más de la carretera que de la brecha, que debía alargar el dinero, que debía cuidar la moto y verla todos los días antes de encenderla, de reportarme con mis amigos en Chile, México, Venezuela, Ecuador, España, Francia, retomar contactos ya que todos estaban al pendiente de mí, al menos debía reportarme una vez a la semana, debía atender y hacer caso a mi sentido común y la locura máxima que pensé era que debía hacer caso al viento.

El viento sería mi compañero incansable, lo tendría que saber leer, ver, escuchar, sentir, el viento sería quien me trasportaría a mis estados emocionales, me haría sentir el rigor de las dolencias físicas, el viento me diría cuándo parar o seguir, la locura mía con el viento era mi alucine muy personal y regiría mis estados de ánimo arriba de la Susanita 650 monocilindrica, de cartero y que le tenía apostada toda la fe, las ganas de conocer, la esperanza de sentirme libre y en paz.

Abril de 2015 fue de locos, hice mil cosas y la última semana de abril, ¡pummmm! ¡Salgo el 1 de mayo para Alaska! No me pude despedir de mucha gente, no pude resolver las mil cosas que tenía en mente pero hice un corte de caja y priorice el clima, el frio, la lluvia, la temperatura en el mar Ártico la iba siguiendo a diario, Montana, Colorado, y veía que era posible y la lluvia amenazaba permanentemente, etc… me dije Rodrigo: agarra camino porque si no lo haces, seguirás resolviendo cosas y tu sueño de la niñez se esfumará.

1 de mayo. Llegó el día.

Me levanté a las 6 am a preparar mis maletas. Venía comprando cositas y separando otras, pero cuando llega el momento de hacer la maleta, pues, es el momento de decidir, tenía como meta llevar 20 kilos de equipaje. Puse mis botas, chamarra, pantalón, calcetines y ropa interior, es decir mi ropa que llevaría puesta de motociclista, en un lado. En otro lado puse todo lo de la acampada que era: sleeping, tienda, bajo sleeping, almohada. En otro lado puse la herramienta (que era lo más controlado que tenía) que era la que trae la DR650 de fábrica más las espátulas, cámaras, parches y aire. En otro lado puse la comida poca que llevaba y por ultimo puse la ropa y zapatos que usaría en este viaje. Pensé como opción final que, si me arranco del DF y a los dos o tres días de camino si me sobran cosas las mando por paquetería. En el camel bag puse las cosas eléctricas (pilas, cargadores, cables, cámara), la computadora (que es la donde estoy escribiendo el relato) pasaporte, key del banco, todo esto en 1 tupperware. Me bañé, monté las cosas en la moto y salí a eso de las 12 horas de la ciudad de México rumbo a Río Verde, San Luis Potosí a con una amiga que andaba vacacionando en la media luna.


Arrancar el viaje, lo sentí hermoso, estaba erizado del éxtasis y los nervios y esa sensación de lo desconocido. Pensé muchas cosas en las primeras cuadras, hasta me equivoqué de salida de la ciudad de México, pero ya pasando la caseta, me senté en un café y ya tomé distancia de los nervios y las emociones, momento para tomar conciencia de lo que estaba haciendo y confirmar de lo que quería del viaje.


Salí del DF en este alucine y mi primera parada fue San Luis de la Paz, Guanajuato. Fue tremendo sentir el volumen, el peso de la carga, fue tremenda la lluvia que me despidió del DF, fue cansado salir del DF, pff cargué muchas culpas en esta cuasi huida de la ciudad de la esperanza, ya no la quería volver a ver más, ya no quería saber más de Peña Nieto, ni la casa Blanca, ni del presupuesto 2015, ya no quería ir de traje, ya no quería estar pegado a la computadora todo el día, ya no quería ir a reuniones diarias, ya no quería ser responsable de gente a mi cargo, ¡ya no quería voltear atrás! ¡Iba para el norte!

El ejercicio que hice en el tramo saliendo del ciudad de México a San Luis de la Paz, fue pensar y repensar cómo bloquear todos los pendientes y preocupaciones que cargaba, ¡es que no me dejaban avanzar! En casi todos los viajes de 10 días que hago es apagar el celular y lo prendo cuando yo lo necesito, y los mensajes y llamadas que entran, nunca han sido de vida o muerte, por lo general son para saber cómo estoy, por dónde voy, que no he pagado tal cuenta, si necesito algo, o en el mejor de los casos para mandarme apapachos.

Es que a la distancia, tú en viaje, lo único que puedes hacer es regresar una llamada telefónica o mandar unas instrucciones por mensaje, que regresar a la ciudad son al menos 1 día de camino, lo cual hace imposible resolver cosas urgentes. El tema de despegarte de tu grupo de cercanos siempre lo he leído como que ambas partes necesitan el distanciamiento para que refundar el compromiso, cuando a la llegada te das cuenta que no existió el compromiso, se pierde un gran vínculo, lección aprehendida de Norbert Elias.

La continuación del relato la dividiré en 4 grandes tramos: el primero es del Distrito Federal a la Frontera con USA; el segundo tramo es continental divide para atravesar USA con escala en Phoenix – Arizona para visitar a Juan, el hermano menor de mi papá que lo he visto muy poco en el transcurso de mi vida, y a Gaby y los primos; el tercer tramo es desde la frontera de USA-Canadá por Rosseville hasta Prudhoe Bay (mar Ártico) y ya de regreso hasta Vancouver; y por último atravesar USA por la costa del Pacífico pasarme hasta La Paz en Baja California, atravesar en el ferry para Guadalajara parar con Manuel Ruiz y visitar al Javiel a Concepción de Buenos Aires y a casa en el Distrito Federal.

1 Distrito Federal a la Frontera con USA




La primera noche fue en San Luis de la Paz, Guanajuato, lugar que te da un no se qué al entrar porque a la entrada del pueblo hay un gran número de funerarias. Al otro día temprano me fui laMedia Luna a encontrarme con Ingrid, no más que cuando llegué ella ya se había ido, pasé a saludar a mi amigo de la Harley al Hotel Media Luna y en la plática le comenté que iba para Alaska y de curiosidad me narró dos o tres viajes que yo había pasado por ahí, hace años atrás. Cuando le dije que pensaba llegar hasta Alaska, sonrió de forma orgullosa y triste a la vez, que los años, que la enfermedad, que la vida peligrosa del país… muchos factores me dejaron pensando, sin embargo, me dio posada en un césped de lujo a un lado de una alberca y ya no lo volví a ver, salí al otro día a las 8 am, luego de dejar en la paquetería el sobrante de equipaje (que nunca lo extrañé), conseguir el cable del gps, sacar dinero, comprar pilas recargables.

Después de las compras en Río Verde en San Luis potosí, me lancé al balneario de Lourdes, un balneario de aguas termales que te recomiendan como los 7 lugares más fregones de México en esta categoría. Le di como 90 km hasta que llegué (está en una desviación frente a Santa María del Río por la carretera Querétaro-San Luis). El calor a todo lo que da y la puerta del balneario cerrada. Salió un compa ciego que platicamos un rato y me dice que la encargada se acaba de ir, que pregunta dentro y me da razón. Sale otro bato y me dice que no puede dejarme entrar que la encargada les dijo que no, que….

Le explico que quiero quedarme un par de días, que necesito escribir, leer un poco y trazar la ruta del viaje que empecé hace unos días, saliendo del DF. Dice que no es posible y casi al despedirse (el hombre de muy pocas palabras) le digo que es una pena, es lamentable que viniendo de tan lejos, que voy pal norte, que quiero aclarar la mente (no literal, pero esa era la intensión siempre lo tuve en mente, desprender el distrito federal y al montón de gente que ví antes de la salida), me dice que camino a San Luis Potosí, esta Ojo Caliente, que ahí salen aguas termales y pa llá voy.

Primero llegué al mero balneario de Ojo Caliente, me bañé en la alberca, empecé a sacar las cosas de la moto, unas sombras de pinos altos, excelente y de repente llegó el encargado diciéndome que le habían dado días libres y que ps no me podía quedar porque soltaban a los perros. Y ps… después de un dialogo ps me salí a la Noria.

La Noria es una alberca muy paradisiaca y afuera venden unas gorditas que es lo más parecido a una pizza italiana, la pedí de huevo verde y … empezó aquí el viaje.



Sentí que retomar la lectura, empezar a escribir un poco, ordenar las ideas será parte de esta primera fase del recorrido: ¿pa dónde voy?, ¿me dejo llevar con la gente que encuentre en el camino? Pienso y repienso el encuentro con la familia en Arizona; pienso y repienso el posible encuentro con Luis en Vancouver, los pasos fronterizos, la posibilidad de llegar a Alaska, la bajada por Seattle, San Francisco, la cantidad de datos que me han dado de Los Ángeles, llegar a la Baja 1000, ruta del continental divide, en fin en eso estoy y comiendo gorditas potosinas.






Día cuatro (5 de mayo de 2015)


Ojo caliente, balneario la Noria, San Luis Potosí.


Hoy es el primer día que me pude estacionar, no mover la moto y hacer lo que quería hacer: echar la flojera y sentarme en la computadora con vista a la alberca, pensando que la gente del centro del país, no ve tan sesgado al motociclista, pero tampoco son hermanos, si se pueden pasar de vivos cobrándote por acampar lo hacen, a un hermano no se le dice sí quédate, no hay problema, ¡bienvenido! y al rato (una vez que ya sacaste todos tus triques), te dicen vete; la frase de “no se puede quedar” me lleva a pensar en la desconfianza que le tienen al motociclista que viaja solo, el que va de viaje, en travesía, buscado ese lugar que debe ir encontrando. Pensaba a momento que en los lugares donde te dicen que no te quedes es ‘tu no lugar’, pensamiento que estoy desechando rápidamente de este viaje para no entrar en una crisis de dudar de los diferentes lugares que deberé buscar para dormir.


El señor del balneario de La Noria José Luis, resultó que su padre un escultor mexicano, nació en ese lugar y poco a poco lo transformó en su taller, su casa de campo, su guarida, que sin duda lo logró con mucho talento, los jardines espectaculares y especial el lugar que me ayudó a recuperar y ordenar las ideas que era lo que buscaba.


(entre la obra, este escultor hizo la Minerva que esta en Guadalajara, aquí el primer bosquejo a pequeña escala que hizo)

Día 7 (8 de mayo de 2015)

Me lancé a Estación Catorce en San Luis Potosí. Primero di un paseo por Real de Catorce y la bajada de los arrepentimientos, me quedé 3 noches en casa de Martín y Olga en Estación Catorce.

Volver al mundo el primer día en Estación 14 a las 7:30 me despiertan las moscas dándome frentazos tremendos, se quieren meter por mis fosas nasales, las espanto me vuelvo a dormir unos 20 minutos y vuelven las desgraciadas a darme con su maso en la frente, qué se creen las putas moscas…

Preparo un café le doy un trago a Martín y me dice que quiere ir a dar la vuelta en la moto, ver la razón de su suegro (el Jefe) que anda malo de un ojo, por lo que me dicen, yo digo que es desprendimiento de retina pero no se los comento, y ver lo de su cabalgata el 28 de junio (ultimo de junio) que se realizará de Charcas a Estación Catorce, espera que se sumen 200 jinetes.

Me levante, fui a la tienda por unos huevos y frutas y compre veneno para moscas. Olga le encargó a Martín que mesclara agua con cloro y mojara todo el suelo y luego yo entré con 2 spray para matar insectos, super efectivo… no hay moscas, dos pasadas di, incluyendo su cuarto y nos salimos a la calle, a la banqueta a platicar y ver al niño Manuel que anda medio débil y mañoso.
Luego de almorzar unos huevos…. vestirme y darle en la moto donde el suegro del Martín, llegamos al tanque de Dolores, a la casa del Jefe y es tremenda la cantidad de moscas que hay. El Jefe y su esposa (la mama de Olga) fueron ayer a San Luis potosí al hospital general y al señor lo querían enviar al DF, que tiene una nube… es claro que tiene la retina desprendida, no hay más; los pollos, los perros, las aves, los pájaros colgados en las paredes, la mierda de animal por doquier, las dos niñas dentro del cuarto de cocina que tienen haciendo alimentos y dando pecho a un niño de 5 años…. Como Olga, con facciones muy bonitas las niñas pero bien silenciosas.

Ya que nos dieron razón yo les expliqué lo que significa un desprendimiento de retina, les di los pasos a seguir y nos fuimos. Pasamos a saludar a la cuñada y ver el tema del pastel del 10 de mayo día de las madres, con buen humor la chava nos recibió y platicamos, hasta que llega un punto donde uno ya no habla, son ellos los que interactúan y por respeto a su dialogo tu callas y no entiendes nada, solo escuchas los pios de los pollos.
 


Llegó Brian y Luis, y empezó la historia que quería escuchar Martín, la de la carrera de Alazanes del domingo, la apuesta, las inyecciones que le metieron al caballo para que jalara más rudo, el jinete (que Martín decía que le habían pagado para que se dejara perder) el por qué perdieron si el caballo es muy bueno y Luis decía “ es que no esta fácil, son muchos los trucos que tienen las carreras”.


Martin opinaba con vehemencia sobre el jinete el Chompiras y se me ocurre decir que ahorita vamos por el Chompiras para quebrarle las muñecas por tranza y les dio un ataque de risa… la gente está absolutamente tapada para que el sol no les queme ya que tienen miedo del cáncer de piel, me pareció correcto. Esta gente se dedica a los chivos, domar y amansar caballos, y tienen huertas de traspatio.


Luego de esto fuimos a casa, busqué al Pablo que quería ponerme una piel de borrego en el asiento, y cual mi sorpresa cuando llega con una de víbora… y me dice vamos a la casa de mi suegro ya finado y ahí hay una piel de borrego de hace una semana… pos fuimos pero eso era una nube de moscas y le dije mejor no, sino traeré una nube de moscas siguiéndome en el camino, hay que curarla primero… quedo que el 20 de diciembre cuando pase por acá, le ponemos una de borrego.


Nos fuimos a casa de Pablo para atender la ISLO Apache que le arregló el motor desde febrero y todavía no la prende… fui por una caguama, unos chicharrones y le di al carburador, lo limpié… como que no tiene nada dentro, como las motos de los años 70 y efectivamente es del 74.


(La peyotera del Pablo)

Platicamos un sin número de cosas del campo, me preguntaron cosas de la ciudad, de las comunicaciones, de mi viaje, del Javier (salía cada 30 minutos en algo) y que ya somos compas, que seguimos pendientes de todo… ese día caí a las 21 horas, ya sin moscas, tragué mucho calor y ya en la cama, pensaba que a qué pareja que he tenido la podía traer a dormir acá en el cuarto de Martin y la respuesta es que a ni una, que debo aprender a disfrutar mi soledad y lo que disfruto, ese compartir muy arduo con la gente, me gusta el rigor de sentir “el como ellos viven el día a día” esto es lo que más disfruto y mis sentidos se agudizan a buscar y pensar cómo poder hacer para que salgan de la miseria, de la pobreza en la que viven.


(Martin y Martin Jr destripando la cena: rata de campo,)


Después de la noche 3, salí a las 8:00 de casa de Martín y Olga me miraba con ojos de gracias por pasar unos días en casa, alegrando al esposo y a los niños, comimos como los dioses, eso ni que, y esta Olga se encargó de cocinar con un sazón inmejorable ratas, huevos… comimos mangos a destajo, naranjas a rodajas, aguacate como si fueran del patio de casa… recordamos al Javier Ramírez un montón de cosas, lo quieren al Javier, eso me enorgullece de la amistad que tengo con él, preguntan mucho y yo me dejo ver modesto con mis comentarios, y así siguen preguntando.


Las condiciones higiénicas son tremendas, el agua sale de 11 a 12 del día, un hilo que permite recabar 20 litros de agua; la gente vive con la puerta del patio entre abierta para así poder ver circular a la gente y ver quién pasa y con quien pasa…


Siento que este lugar es una mezcla de lenguajes y tradiciones de indios y modernos, el lenguaje se mezcla entre wirikuta, el Distrito Federal y el “otro lado”, estos jóvenes no discriminan ni son puristas, veo con agrado esta mezcla de cultura que más la mía, todo el tiempo estas expectante, el desierto pone el ritmo, el sol brillante pone el rigor de sentirte frágil en esta tierra mística de San Luis Potosí.


Día 10 (11 de mayo de 2015)

Salí de Estación Catorce por la libre hacia Fresnillo y en un punto estaba detenida la carretera con un autobús blanco, unas 20 camionetototas de policía municipal, federal, estatal, super armados y dije…. Ya me cargó… me pararon, la pregunta de rigor: ¿para dónde va?, mi destino es Parral, me dieron paso, le abrí gas para salir de ahí al igual que el de la camioneta de adelante que iba con su familia… y en sentido contrario pasaban y pasaban y pasan camionetotas.

Se me vino a la cabeza la imagen de narcobloqueo y dije hasta aquí es el destino (como tengo esa manía de contar cosas y personas y hacer esas estimaciones, de dos tipos de metralletas conté 32, unos pelaos traían 2 una corta y una larga… dije puta mierda, si junto las balas de estos pesan más que mi moto con equipaje). Le seguí hasta una gas, busqué la carretera 45 y hasta Sierra de Órganos en Zacatecas, y tremendo lugar, tremendo lugar, frio de noche, las aves nunca las vi tan fuertes y cercanas al humano, hermoso el lugar.

He tomado fotos con calma, disparo muchas para no errar, esta increíble el México que vivo, sus lugares y gentes han salido con unas ganas a decirme: ¡que tenga un excelente viaje!, ¡el viaje que tienes por delante no está fácil!

En Sierra de Órganos di un paseo “al mirador”, sol tremendo y llegué a tirarme, saqué mi monocular para ver las aves, fotos, caras y formas en las rocas… es algo sin precedente en mi vida, disfrute el viento silbar mis oídos. Me moví del refugio del Frayle a otra zona con menos viento y fue la mejor decisión, adoro mi viaje, recuerdo muchas cosas con leer a Vila-Matas y escuelas de sociología y antropología… amigas y amigos. Estoy muy agradecido de todo lo que sé y puedo transmitir a la gente.
Día once (12 de mayo de 2015)

Desperté muy temprano en Sierra de Órganos, calculo 5:30 de la mañana.

Escuchaba las aves aparearse y a los primeros rayos de sol, escuchaba las águilas reales que pasaban rasas por la tienda de campaña, gritaban halcones en lo inmediato… me levante a poner un café y el frío arreciaba, calculo -2, algunos estiramientos mientras esperaba el café y el lugar estaba en paz pero todo se movía, las aves gritaban (hablo de aves de rapiña de gran dimensión) y movían la punta de las alas cuando daban una braceada… en fin estuve como 30 minutos pendejamente alucinado.

Llegó mi cita a las 10 y a caminar a la cueva… luego de dos tres explicaciones y mientras los chavos me miraban el paso de la caminada, subimos y subimos como 3 kilómetros en lo alto donde estaba el límite entre Zacatecas y Durango y … un descanso y al girar veo una planta de estas que no usa tierra, de las que llevo la señora María a casa de la mamá y dan flores rosas… recordé el tremendo rollo en el aeropuerto cuando traje una patilla para ponerla en el jardín de Mónica… el misma tipo de planta pero más fuerte, bueno, no es de jardín esta esta adosada a la pared de piedra roja. Ya sabemos que esta espora se da en este lugar increíble de Sierra de Órganos.
Otro personaje que salió es el menonita, no sabía que estos son como los de Colonia Dignidad en Chile, hablan “alemán bajo” y las mujeres andan vestidas como judías ortodoxas, en fin, yo recordando estos de Honeker y acá mis guías de la caminata diciendo “que no hay personas normales, son solo menonitas”… la caminata estuvo intensa y mientras subíamos platicábamos, sentíamos los tres que cada vez me faltaba más el aire y más.


Cuando llegamos a la cueva salieron las historias. Me contaron la historia del ladrón que robaba oro y lo escondía en la cueva y cuando necesito una mujer fue a buscar una al pueblo vecino y la encerró con una piedra; trepé paredes de piedra, siempre con el miedo de caer… pero cuando llegas arriba se quita toda la palpitación, las bocanadas de aire llegan y los ojos se fijan en las figuras de roca, las aves, los caminos de abajo, veo por binoculares, veo y reveo todo, tengo control total del espacio… platico y río y contamos historias con los dos que me llevan y nos matamos de risa.


Salí de Sierra de Órganos en Zacatecas a las 14:30 con rumbo a Parral … paré a comer a las 17 horas unos burritos que les ponen frigoles vallos o peruanos que son los que siempre he comido, por lo que … a darle al sabor para avanzar.

Retomando la carretera un carro Chevrolet se pone atrás de mí, muy pegado y me siguió muy pegado como 20 kilómetros, me adelanto y lo dejo pasar y me pego atrás del carro, veo que va con su familia y el idiota extrañado de mi gesto acelera a fondo y me deja, 10 kilómetros más adelante se detuvo el carro, espejeaba que salió la señora del interior con un niño pequeño, supongo que hacer del baño. Qué absurdo digo, la gente sabiendo de la neurosis de la violencia armada y ¿haciendo estas cosas? No debo hacerme presa de esta locura, decido poner más atención y ser más gentil en las carreteras del norte de México.

Cerca de Gómez Palacio, decido ir a dormir a Torreón, eran las 18 horas, buena hora para hacer un café, ver el internet, lavar los calcetines… en fin. Hotel Paseo por 300 pesos con internet medio malo, pero hay y… soy el único huésped del hotel. Poco movimiento y la chica de la recepción coqueta medida, agradable dándome tips de la ciudad.

Dormi a eso de la 1 de la mañana, pensando pendientes, pero … ya decidí en que tengo todos los pendientes en la cabeza, que ya no me debo angustiar, faltaba más, si voy en un tremendo viaje y me preocupan cosas de la ciudad, pues no. Me han deseado lo mejor en este viaje, la gente sabe que voy muy lejos, mejor concentrarme en el hoy, aquí en Torreón hice cambio de estrategia, debo, en lo posible, ir poniendo metas diarias y si es posible las cumplo, si no, ir resolviendo para llegar a los destinos que tengo en mente, no voy en carrera, voy en viaje.

13 de mayo

Hoy 7 am he estado lavando la ropa de la moto, escribiendo un poco y leyendo “ el viaje más largo” y subiendo la fotos al Facebook con la idea de compartir lo que veo, son muchas las imágenes que he registrado en estos días, estoy agradecido de la vida, sin embargo no quiero estar pegado al celular ni al Facebook, debo vivir el viaje aquí y ahora, debo desprenderme de esos hábitos que te hace la ciudad.

14 de mayo de 2015

Salgo a Parral temprano. Sin mucho que visitar en Torreón más que el Cristo de las Moas, llego a eso de las 16 horas, antes de entrar me agarro un chaparrón de agua que me dejó pensando de cómo resolveré el tema de la lluvia más al norte.

En Parral visité el museo de Pancho Villa y luego fui a comer a “La Fuente” en el mero centro de la ciudad, lugar excepcional para probar toda comida minera que te puedas imaginar, una delicia, no hay café.

Llego al hotel Acosta por 250 pesos, meto la moto al lobby y por la tarde noche sonó el teléfono de la habitación que me buscaban… perdón pero no conozco nadie que me busque, baje por favor. En el lobby apareció una gringa, guapa ella, y un tipo flaquillo con pinta de europeo, los invité un café y me contaron una larga historia:

1 Mateo salió en 2010 rumbo a India en su gs1150 (él es francés, del sur de Francia)

2 Pamela estudio francés en el sur de Francia porque su interés era trabajar en Naciones Unidas, luego algo le pasó con la burocracia que decidió viajar por el mundo con mochila al hombro y abandonar su carrera diplomática.

3 luego de platicar me dicen que vayamos mañana hacia las barrancas y ps yo que voy para allá…. Buena plática, buenos tips de viajero y a descansar.

(Hotel Acosta)

15 de mayo

Salimos a eso de las 10 para las Barrancas del Cobre el destino era Batopilas. Luego de platicar mucho en el camino, muchas paradas, me doy cuenta que la bajada de Batopilas ya esta asfaltada, que la chingada madre si era tan bonita de tierra, pero tiene su encanto, su diversión…. Llegamos a Batopilas unas cervezas y nos fuimos a acampar a Misión de Satevó. Una chica se me acercó para venderme sus pinturas, y pedirme apoyo para comprar las medicinas contra la epilepsia, me acordé de Mónica y Maru con sus achaques que tienen y me tomaba las mano… se acercaba mucho y Pamela fue la encargada de alejarla.

Tomamos unas cervezas que traíamos y a dormir.

(Abajo Batopilas)
(Mateo y Pam)
(Misión de Satevó)

16 de mayo

Subimos de Batopilas, primero desayunamos en un lugar muy bonito que era un hotel, esto a un costado de la plaza principal, empezamos a subir y subir y subir… y lo conseguimos. Este día nos llovió bastante por lo que nuestro destino fue Creel, llegamos a un hotel que buscó Mateo y ahí nos cobijamos los tres en una habitación, con calefacción, secamos las ropas, comer algo y seguirle.
(Subida de Batopilas-Creel)
(Camino a Creel, adelante Mateo y Pam)

Este día repasé lugares y personas que he conocido en el andar en moto, son muchas las personas y situaciones, pero es la primera vez que unos completamente extraños me meten a su habitación.

Se me pasaba por la cabeza el viaje de Baja California, el ratón que salió en el bungalow de Cabo Pulmo…. Situaciones que debí controlar, pero siempre di de mí o cedí ante los miedos de mi amada compañera, darle por su lado… En Creel descansamos, reímos, fumamos en la habitación y Pamela no dijo no más nada.

Aquí reaprendí algo que hacia de pequeño en casa en invierno, cuando teníamos un calentador a gas, siempre sacaba las plantillas de los zapatos y las dejaba en el calor toda la noche, para que al otro día estuvieran secas, estos dos viajeros hacían exactamente lo mismo, entonces ante tanta lluvia debo sacar las platillas y así al otro día tener los zapatos secos.

17 de mayo

Desayunamos un solo huevo en Creel, pensé que era ramadam, pero no, así fue el desayuno y pues acepté. Salimos a conocer El Divisadero, debes ingresar 40 km. Divisadero es un lugar magnifico, estimulante para la mente, piensas y desases nudos en la cabeza.



Luego salimos a yureka con la idea de dormir ahí, nunca había hecho tantas curvas, curva a la izquierda a izquierda, a la derecha, curva, curva, peligro, curva peligrosa, curva y más curvas…

Comimos en un lugar del pueblo, gente muy seria, algo de miedo te daba porque veníamos de una situación curiosa, por decir menos. A la entrada de un pueblo me acerco a Mateo y le digo que paremos a fumar un cigarrito y me paro en los footpage y veo a mi izquierda unos 30 personas vestidos de civil pero con armas largas que nunca había visto, algo así como personas de 1.70 y el arma casi le tocaba el suelo… enormes ak47…. Me emparejo con la moto Mateo y me da la señal que hay que seguir y no parar… entre el nervio y la incredulidad de que no nos llenaron de plomo los amigos del narco… Mateo dijo que era policía comunitaria, yo digo que iban a fusilar al escuadrón de militares que adelantamos en el camino.

Dormimos en el hotel King, con las motos bien amarradas.

18 de mayo

El 16 de mayo murió BB King. Recordamos a este músico en la mañana, le dimos a la música un rato y prendimos las nenas con el objetivo coronar en Bahía Kino, Sonora, aquí sería nuestro punto de separación del camino. Del frio de la sierra pasamos al calorón del mar de Cortez. Sorprendente las rectas luego de tanta curva, llegó el calor y con ello la deshidratación. Llegamos a Bahia Kino y compramos un six de Tecate, en el malecón platicamos con un señor viudo que nos ofreció el patio de su casa para quedarnos, pero mateo hace 1.5 años había ido al nuevo Kino y quería llevarnos ahí, con su amiga francesa de 60 años… y fuimos.
Curioso lo que sucedió, apareció la amiga (que pasa 6 meses en Francia y 6 meses en la playa de Kino) pero no fue el recibimiento que Mateo esperaba, por tanto hizo lo que había que hacer, ir a ver la puesta de sol, creo que es una de las más hermosas que he visto, toda la vida en una puesta de sol, me sorprendí de mi mismo, me faltaba Mónica ahí para que viera la vida y se cargara de energía para que levante y tenga ganas de vivir. Ganas de vivir suena raro, no suena tan raro quienes no tienen ganas de vivir, eso en Distrito Federal conozco a muchas y muchos, al menos yo zafé de la rutina y busco retomar las ganas de vivir, eso ya es una decisión relevante para mi nueva vida, digo, mandar todo a la chingada y buscarme un nuevo espacio en el cual pueda ubicarme y nuevamente emprender con intensidad el sentido de la vida.
Este día dormí con ropa en la playa, estábamos en una cala o entrada de playa donde llegaban los grupos de chamacos y se distribuían quien se iba con quién a ser quien sabe que pero todos sabemos que así es a los 16 años. Se quedó un grupo de niñas agrupadas sin ir hacer lo que sabíamos que debían hacer y bebían cerveza, reían, contentos. Recuerdo poco de mis tiempos a esa edad, pero tenía ganas de comerme el mundo a los 16 años… hoy con unos cuántos talegos más encima con todo el equipaje en la moto y todo listo para la travesía, siento lo mismo. Me dormí en la playa descansando y el mar me arrulló y con el amanecer, hacer el café y emprender rumbo a Nogales, a la frontera gringa.

19 de mayo

Al otro día temprano, decidí llegar a Nogales e investigar con el hermano de Maroo cómo estaba el asunto de pasar en moto al gabán. Me quedé en casa del hermano de Maroo y este bien amable me apoyó en “la línea”, me llevó a cenar… en fin, el mejor anfitrión que pude tener. Me quedé una noche y al otro día pasaría al gabán!!!

(Frontera de Nogales)
(Aquí la nena en casa de Maroo brother)

El 20 de mayo pasé al otro lado con destino Phoenix, Arizona a casa de Juan Valdivia, el hermano menor de mi padre. Rescato de mi libreta varias anotaciones interesantes:

1 He radicado en Chile, Catalunya y el Distrito Federal, traigo un bagaje acumulado que me permite ir a todos lados sin exaltarme de lo desconocido, este es el viaje, disfrutar lo desconocido.

2 Vengo seguro en la moto, es un disfrute abrir la mente a lo que viene, a ver el horizonte y saber escuchar al viento. Saber dejarme llevar por el viento es descubrir el momento que vivo, por un par de meses todo lo haré en moto, compañera inseparable.

3 Debo disfrutar la soledad del viaje, es el gran aprendizaje que tengo en lo inmediato. Cuando me detengo en un lugar y me quedan mirando como extravagante, con estos ropajes de moto y el equipaje, esta gente no se imagina la cantidad de cosas que vengo atendiendo, resolviendo y preguntándome, vengo con un paso adelante, traigo la información en teoría, pero mis ojos todavía no la procesan, ese mundo que desarrollo es el resultado de horas en soledad en la moto, necesito saber convivir con esa soledad y con el que está acá.

4 Llevo toda la casa en 3 maletas; toda la protección ante el mundo son dos plásticos en los codos y 2 plásticos en las rodillas, como si nada te importa, ese es la reacción de mucha gente; la moto no debe ser llamativa sino muchos que me den la mano verán la moto como objeto de deseo.

5 Debo llegar a la meta de: hacer el café, desarmar la tienda de campaña, acomodar mi equipaje en la moto para ya estar listo para partir en 30 minutos, no debo invertir más tiempo en esto, si me tardo es porque me sobran cosas.

6 Pertenencias que iniciaron el viaje: cargo 5 mil pesos mexicanos; cargo 2 mil dolares en billetes, estimo un gasto de 1000 pesos diarios, por tanto en la cuenta que abrí exclusiva para el viaje traigo dinero para viajar 6 meses; cargo dos tarjetas de crédito; cargo dos pasaportes, ya que a los chilenos no le piden visa en Canadá; cargo mi computadora; tengo un seguro de gasto médicos mayores con cobertura internacional; saqué mi seguro para circular en Estados Unidos y Canadá; cargo dos filtros de aceite ya que debo cambiarlo cada 5 mil km; cargo una Gopro con 64 gigas de memoria y una cámara compacta Sony indestructible con 64 gigas de memoria y cargo un celular Sony contra agua que iré comprando ship en cada país; cargo un gps Garmin y 8 pilas recargables y dos cargadores; cargo una cafetera italiana Bialetti una hornilla MSR un sleeping para -15 C, un colchón y una almohada inflable; cargo en una usb los archivos de escrituras, cuentas del banco, títulos profesionales.


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