El frío de diciembre


Fui un día a las barrancas de cobre. llegué por el 20 de diciembre, una tarde entre semana me recordaba mucho a la zona centro de Chile, Cuahutemoc, muy amables todos, me trataron como extranjero. 

Notaba que el sol bajaba y calentaba poco, ya a eso de las 16 horas que me acerco a Creel, llegué rondando los cero grados a las 19 horas, algo que no podía creer, pero en unas vueltas a las manzanas y cuadras de Creel me doy cuenta que sí, estaba en zona indígena, con identidad propia, con ideas poco claras del frío, pero todos te dicen: abriga bien!

En los días siguientes leí, comí poco, pasié y me llevaron a lugares cercanos a Creel en camioneta, no se podía andar en moto, era un hielo eso... mientras los días pasaban me quedé en casa todo el tiempo que el sol estaba escondido, era muy difícil salir así... pocos días antes de navidad, me armé de valor.

Valor que me dió el solo pensar que llegaría a la costa del pacífico. A eso de las 8 am agarro la chancla, me perfilo a las barrancas y estuve imposibilitado de bajarme... avancé un poco y en un pueblo me paro hacerme un café, platico con un señor y me doy cuenta que varios alcohólicos me rodean, querían dinero y la esposa del señor los sacó tal cual como moscas...

Llegué a Álamos a eso de las 20 horas, calor abrasador; me dejaron encerrado en el hotel donde me quedé, único huésped en una casona de piedra hermosa. Al otro día seguí rumbo a bahía de Kino y luego a Puerto Peñasco donde el frío ya era extremo y la sensación de noche a eso de las 17:30 horas era de menos unos grados!!!!

Aquí un tramo de los alcoholes que me fueron convidando tres o cuatro personas que me dieron algo de calor y según yo valentía para seguirle.

Abrazo, Rodrigo

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