Epidemia de verdores

 Ya no se puede soportar un segundo más de escuchar noticias, leer el periódico, ver las redes de todo esto de la pandemia, que los políticos ignorantes, que los partidos políticos, que las y los diputados nefastos que nos están gobernando que el... el... la corrupción nos carcomió el cerebro. Ni un segundo más, solo odio a quienes politizan la desgracia de la gente y tiran la ciencia a las gráficas de muertos que sobrepasan cualquier estimación de cualquier gran cagada.

Ni un segundo más. Ni un impuesto más a estos políticos, ni un voto más en la vida a una democracia rancia, fin a las apuestas políticas.

Hoy la medicina, la biomedicina y la investigación clínica está en auge, las ciencias sociales necesitan reinventarse, renacer, han muerto. La ciencia médica que es el ojo del huracán las apachurró: colapsó la economía, colapsó el sistema bancario, murieron con ello las preocupaciones sociales y la respuesta a la violencia, la delincuencia, la prevención social de la violencia, se acabó. 

El sector médico debe negociar políticamente la vacuna del COVID y los científicos deben responder a los políticos. 

En esta debacle de la no vida, tomé un respiro verde que me llevó a pensar que en unos 4 años nos libraremos de este quiebre covitiano, las aldeas no saben de covid, los provincianos escuchan de los cubrebocas pero no los tienen y no saben cómo se usan. En esta pandemia tuve un respiro verde, he vuelto a ser libre.

Mi amigo Lucho (el de las fotos)  me enseñó que más vale un buen sueño y vivir en el engaño del campo que usar un cubrebocas y una careta y estar encerrado y vivir frente a la computadora.

Se ve fácil salir del encierro y más fácil se ve sacar esa troca del atascón del lodo!